lunes, 15 de octubre de 2012

13-O. Cacerolada en Madrid con mucho ruido y…

Llegué en transporte público a Nuevos Ministerios y caminé por el paseo de la Castellana hasta la plaza de Emilio Castelar, punto de partida de la cacerolada de Madrid con motivo de las movilizaciones internacionales convocadas bajo el lema “Global Noise”. Lo primero que puede constatar es que en la manifestación del 13 de octubre de este año había menos gente que en la del año pasado, la del 15-O, cuyo eslogan era “Global Change” y en la que los participantes marcharon sobre la capital organizados en varias columnas. La movilización madrileña de 2012 ha atraído a menos gente ¾a pesar de que las consecuencias del saqueo a los ciudadanos son cada vez más graves¾ quizá por coincidir con el puente del Pilar, quizá por el hartazgo de tanta protesta. La manifestación ocupó los tres carriles centrales de bajada ¾contiguos al bulevar¾ de la Castellana, igual que en el paseo de Recoletos y en  la calle de Alcalá, permaneciendo el resto de carriles abiertos al tráfico de vehículos. Los policías, con el casco prendido en la cintura, caminaban sobre la doble línea continua separando tráfico rodado y manifestantes.
La ruidosa manifestación iba encabezada por las siguientes pancartas: “No debemos, no pagamos” y “No debemos, no pagamos. Auditoría Ciudadana de la Deuda. Desmontando mentiras”. A las seis de la tarde salió por debajo de la plaza de Emilio Castelar, cerca del edificio rojizo (situado a la izquierda) que es sede de la Unión Europea en Madrid, sin incidentes. Recorrió la Castellana pasando por la esquina con la embajada de Alemania (a la derecha), sin incidentes. Llegó a Colón, dejando a la derecha la calle de Génova donde está la sede del PP, sin incidentes. Bordeó la Cibeles, donde está el Ayuntamiento, sin incidentes. Giró hacia la calle de Alcalá por la derecha y pasó cerca del Banco de España, sin incidentes. Frente a la Consejería de Educación y el Ministerio de lo mismo, sin incidentes. Por el número 15 de la calle de Alcalá, con abucheos a una persona conocida a la que gritaron “culpable” e “hija de puta”. Junto al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas custodiado por bastantes furgones y policías, sin incidentes. Si detallo el recorrido es porque ha habido confusión en torno al mismo. Basándome en lo que vi, puedo confirmar que el grueso de esta manifestación no pasó por Neptuno.
A las ocho de la tarde ¾o de la noche porque ya había oscurecido¾  la marcha alcanzó la Puerta del Sol, plaza que, a pesar de que hace poco se ha remodelado, quieren volver a “reformar” ¾o sea, “recortar”¾ para impedir que en ella se manifiesten o acampen los descontentos. Una vez allí, en Sol, los del 15M ¾como suelen hacer¾ se situaron a un lado de la “ballena” (entrada acristalada al tren de Cercanías), el que mira para la calle de la Montera. Alrededor de las ocho y cuarto, unos jóvenes lograron encaramarse a la cúpula de la “ballena” y durante mucho tiempo sujetaron bien extendida esta pancarta: “Deuda odiosa. Referéndum ya. Soberanía monetaria”. También habían colocado más abajo un cartel en el que se leía: “ILP. Dación en pago. Stop desahucios”. Los del 15M intentaban leer un manifiesto o debatir, pero apenas se les oía porque los que iban llegando a la plaza hacían sonar sus cacerolas, sartenes, silbatos, tambores, vuvuzelas o lo que tuvieran a mano; por ejemplo: los que no llevaron nada, sacaron las llaves y las  batían en el aire; otros, los situados al pie de la valla metálica que rodea las obras del que antaño fue el edificio Tío Pepe, daban con sus palmas golpes sobre el metal.
El ruido no cesaba, al contrario, aumentaba según hacían entrada en la plaza los participantes y los diferentes colectivos con sus respectivas pancartas, a saber: ATTAC, Corriente Roja, Izquierda Anticapitalista, Solfónica 15M, ya@flautoas, y las asambleas populares de Carabanchel, Alcorcón, Getafe, Malasaña, Moratalaz, Pinto. Cada vez que entraba un nuevo grupo con sus animadores y su equipo de sonido la consigna “El pueblo unido jamás será vencido” se voceaba con vehemencia. Cuando la mayoría de la gente ya había alcanzado la meta se produjo un estruendo ensordecedor. Todos los cacharros e instrumentos sonaron al mismo tiempo durante unos minutos. Luego a gritos se coreaba la consigna  “No debemos, no pagamos”; bien la voceaban así, toda seguida, bien de forma interrumpida por dos golpes dados con sus cacharros, esto es: “No debemos”, tac- tac;  “No Pagamos”, tac-tac. Sumergidos en este estrépito un hombre de unos sesenta años, bien vestido y arreglado, me pregunta: 
¾¿Por qué dicen “No debemos, no pagamos”?
¾Por lo de la deuda ¾contesté escuetamente.
¾¿Qué deuda? ¿La del Gobierno? ¾Vuelve el señor a preguntar.
¾La deuda privada, que la convierten en pública y estas personas creen que no la debemos pagar ¾respondo dando pistas e intentando no ser pedante.
¾¿La del Gobierno? ¾Vuelve el hombre a insistir.
¾No, la de los bancos, que es deuda privada, pero que con lo de los rescates se convierte en deuda pública. Los ciudadanos vamos tener que pagar el dinero que dan a los bancos más los intereses ¾intenté aclararlo un poco más en medio de aquel ruido.
¾¡Ah! ¡Sí! Les han dado dinero; el Gobierno ¾repite el caballero.
¾Es que como la deuda privada se convierte en pública, la tenemos que pagar entre todos ¾procuro explicar a voces para que me oiga¾. Esta manifestación es porque no queremos pagar esa deuda, la cual nosotros no hemos provocado, con recortes en sanidad y educación, salarios bajos, subida de impuestos, desahucios; por eso dicen: “No debemos, no pagamos”.
¾Pues muchas gracias, pero no te entiendo ¾concluyó el buen hombre y se fue.
La última frase me hundió y me sentí mal por no haber sabido explicarlo. Con mi primera respuesta ¾“Por lo de la deuda”¾ di por hecho que el hombre se percataría del tema y en seguida se ubicaría para entender la protesta. Pero no, no se percató. Luego intenté aclararlo un poco por encima porque en aquellas circunstancias tan ruidosas y hablando a gritos tampoco me podía explayar. Pero, nada. Así que eso, descendí a un pozo negro en el que me sentí inútil total porque aquel señor no me había entendido. Finalmente, después de ir de acá para allá mirando a la gente con cara de estupefacción, empecé a relativizar mi culpabilidad. La verdad es que del fondo de mi alma salió algo que por poco exclamo en voz alta: “¡Joder, es que también el tío, no estar enterado de nada!” No es que el hombre no se haya enterado solo de lo que precariamente intenté explicar, es que parecía estar desinformado en general. Aquel señor no rebatió lo que intenté decir, no me dijo que no estuviera de acuerdo, es que ignoraba. Es la otra cara del problema, la de los que no se suman a las protestas porque ignoran. Sin embargo, hay algo incluso peor: los que no salen a la calle pero no ignoran. Son los que se quejan en las reuniones familiares, en los corrillos del trabajo, del parque o del bar; los que al llegar las seis de la tarde de un sábado cualquiera no acuden a las manifestaciones, con las que están de acuerdo, poniendo las excusas  más peregrinas. Me reconforté observando con respeto y admiración a los que sí estaban, a los que habían subido a la “ballena”, a los que daban cachiporrazos a las cacerolas. Guardé el cuaderno y el bolígrafo en el bolso; saqué un vasito de metal y una cuchara de madera y comencé a hacer ruido con todas mis fuerzas. Mientras tanto, con furia interna ¾o mala leche¾ me decía: “Nueces, lo que todavía sigue haciendo falta son muchas nueces”.


Otras pancartas

“Ni Merkel ni PPPSOE. €urovilencia No!”

“No, Crisis? Atraco”

“Si quieres ganar, lucha sin descansar”

“Democracia económica”

“Contra los recortes. Su deuda no la pagamos. Izquierda Anticapitalista”.

“Abajo el régimen. Juventud sin futuro. Viva la lucha del pueblo sin miedo”.

“Dictadura de los banco, No!

“Precari@, no debes nada, te lo deben todo”

“No al desahucio express. Inquilinos indignados”.

“Banka pública”

“Economía real”

“Para salir de la crisis, suspensión de la deuda. Corriente roja”.

“¿Dónde está el dinero de mi educación?”

“¿Crisis? No, estafa y terrorismo de estado”.

“Recortes sí, pero bajo la cabeza y sobre los hombros”








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viernes, 12 de octubre de 2012

13-O. “No debemos, no pagamos”

Manifestación y cacerolada internacional ¾Global Noise¾ contra el pago de una deuda que no hemos ocasionado.
El 13 de octubre no te quedes en casa porque la banda del Rajao se apropia de tu silencio. Haz ruido, llévate la cazuela, el silbato, la carraca o el tambor y grita: “¡NO DEBEMOS, NO PAGAMOS!”
En Madrid será a las 18:00 horas, desde la plaza de Emilio Castelar (sede Unión Europea) hasta Sol.
Exigencias del Manifiesto:
Exigimos la moratoria en el pago de la deuda hasta realizar una auditoría ciudadana, y repudio del pago de toda aquella deuda que resulte ilegítima por no haber repercutido en beneficio del conjunto de la población.
- La determinación de responsabilidades civiles y penales a los gestores políticos y económicos que han generado la deuda ilegítima.
- La creación de una banca pública, bajo control social, al servicio de las personas y la sociedad y no sometida a otros intereses que los generales.
- La redistribución de la riqueza por medio de un sistema fiscal progresivo y justo que grave más a quien más tiene, y la persecución del fraude fiscal, así como la prohibición de operar en paraísos fiscales hasta conseguir su cierre.
- El cese inmediato de privatizaciones y recortes, y el desarrollo de unos servicios públicos suficientes que garanticen la cobertura de las necesidades de toda la población.
- La regulación inmediata del mercado inmobiliario para acabar con la especulación de un bien de primera necesidad, el establecimiento de la normativa legal que ampare a las personas que necesiten acogerse a la dación en pago, así como la moratoria de los desahucios y la reconversión de pisos hipotecados ejecutados y pisos vacíos para el establecimiento de un parque público de viviendas en régimen de alquiler social.
- La anulación de la reforma laboral y la creación de un nuevo marco laboral que proteja los derechos de las personas trabajadoras. La implantación de salarios mínimos y rentas básicas que permitan cubrir sus necesidades a toda la ciudadanía, así como el establecimiento de salarios máximos.
- La derogación de los tratados y pactos que constituyen la Unión Europea de las grandes empresas y bancos, así como la construcción de una Europa social y democrática.
Más información en las páginas web del 15M. Consulta en ellas el horario y el recorrido de la manifestación en tu ciudad.